Historia de las Coins
HISTORIAS DE HONOR Y AMISTAD
Durante las últimas décadas se ha hecho popular en distintas fuerzas armadas del mundo el intercambio de monedas conmemorativas o popularmente conocidas como “Challenge Coins”, las cuales no tan solo representan los símbolos e historia de una unidad o repartición, sino además son una demostración de amistad y reconocimiento a personas que han compartido parte del espíritu particular que estas en sí representan.
Sin embargo, el origen de esta monedas trasciende a la época contemporánea, ya en la antigua Roma los Legionarios Romanos que se destacaban por alguna acción o marcaban algún hito en batalla, recibían por parte de su respectivo general una moneda con el emblema de su respectiva Legión, la cual era una señal de honor y mérito para quién la recibiera, la cual era resguardada por quienes la recibían y admirada por los demás.
La Armada Inglesa, en especial en campañas navales y expediciones de exploración, comenzó a adoptar la costumbre de realizar monedas conmemorativas, las cuales eran acuñadas antes de zarpar, esto con el objetivo de dejar testimonio de su paso en determinados puertos y dejar memoriales en zonas inexploradas, en donde se solía dejar una vasija de cerámica con un breve escrito, elementos navales como botones y hebillas, así como la moneda conmemorativa de la expedición.
En el caso de campañas navales esto también tenía como objetivo generar cohesión y conocer el objetivo por parte de los miembros de la tripulación, lo cual en algunas ocasiones difundía las victorias esperadas, las cuales no necesariamente se concretaban como fue el caso del almirante británico Vernon durante su fracasada campaña militar contra Cartagena de Indias, en las que mostraba de rodillas y humillado al almirante español Blas de Lezo. Por desgracia para Vernon, “vendió la piel del oso antes de cazarlo” que diría el refranero español, ya que quien salió derrotado y humillado fue él mismo tras ser vencido brillantemente por Blas de Lezo.
Para fines del siglo XIX la costumbre se había difundido en diferentes ejércitos europeos, en donde ya comenzó a tener un sentido trascendente de entrega, similar a lo acontecido en las legiones romanas, en donde además se comenzó a entregar a personas que habían colaborado o visitado en forma ilustre la respectiva unidad o repartición, generándose la costumbre que “una vez regalada esta no puede ser vendida, perdida o alterada”, evitándose que fuesen usadas como colgantes, llaveros u otra forma de uso.
Durante la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial, esto comenzó a ser adoptado por unidades militares de los Estados Unidos, especialmente los batallones aéreos formados en la época, quienes con el objetivo de generar cohesión elaboraron las monedas de sus unidades. Diversas versiones señalan que un piloto estadounidense, tras ser derribado y capturado por fuerzas alemanas, desprovisto de su uniforme y emblemas militares, escapo y la moneda de su unidad fue lo único que permitió salvarlo del fusilamiento una vez capturado por fuerzas francesas.
Esto conllevo a la costumbre de que todos los miembros de las unidades aéreas debían portar siempre su “Challenge Coins”, lo cual derivó en que cada vez que un miembro la presentaba en la mesa el resto debía hacer lo mismo, acompañado de un golpe fuerte en muestra de unidad y cohesión, haciéndose tradición que quién no la porta debe invitar una ronda o pagar la respectiva comida.
En nuestro país durante el siglo XIX y XX las monedas conmemorativas permitieron el financiamiento de distintos monumentos, entregándosela a quienes financiaban con ciertos montos, siendo también acuñadas al momento de cumplir algún hito histórico o acontecimiento. En este sentido diferentes iniciativas en torno a memoriales y monumentos a los veteranos de la Guerra del Pacífico fueron difundidas por medio de este intercambio, generando diversas colecciones que hoy en día son parte de museos y aficionados a la historia.
Es de esta manera que está más que milenaria tradición se ha arraigado en diferentes unidades militares, instituciones y también empresas, en donde se forja parte de la historia y también de quienes han sido participes de un momento particular, compartiendo los emblemas y sentimientos que son propios de quienes tienen vivencias que muchas veces no están en los libros de historia.
Las “Monedas Conmemorativas” o “Challenge Coins” son una muestra de un trazo de una historia, pero también de un espíritu y muestra de amistad, no es casualidad que su entrega se realice con un apretón de manos y que se guarde con orgullo, reflejando el sacrificio y honor que las forja, trascendiendo en metal aquellos hitos que tan solo algunos privilegiados pueden portar.